Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad, fingiendo ser lo que no soy, fingiendo no ser lo que soy, lo hago para atraer a la gente.

Luego descubro que solo atraigo a otros enmascarados, alejando a los demás, debido a un estorbo: la máscara.

Uso la máscara para evitar que la gente vea mis debilidades; luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me quieren por lo que soy, sino por la máscara.

Uso una máscara para preservar mis amistades; luego descubro que si pierdo un amigo por haber sido auténtico, realmente no era amigo mío, sino de la máscara. Me pongo una máscara para evitar ofender a alguien y ser diplomático; luego descubro que aquello que más ofende a las personas con las que quiero intimidar, es la máscara.

Me pongo una máscara, convencido de que es lo mejor que puedo hacer para ser amado. Luego descubro la triste paradoja: lo que más deseo lograr con mis máscaras, es precisamente lo que impido con ellas.

GILBERT BRENSON

Todos  usamos mascaras y tenemos de diferentes tipos y para cada ocasión.

Cuando utilizamos sustancias nos cubrimos a nosotros mismos para protegernos de nuestro propio dolor, aún sabiendo que se nos cae, por mas hilo fuerte que le coloquemos.

El dolor sigue y nos anestesiamos para no transitarlo. La situación cada vez es más insoportable, más insostenible y va en la misma dirección el tóxico. Cada vez necesitamos más.

Cuando, ya agotados de que nada resulte, pedimos ayuda (en el mejor de los casos) o la muerte nos sobrevolará temprano, no sin antes hacernos padecer todo tipo de infortunio hacia nosotros y a todos aquellos que se encuentren a nuestro alrededor, atomizando familias, perdiendo empleos, alejándonos de nuestros deseos y ausentándonos de nuestros amigos, si es que todavía alguno queda.

Nosotros, como equipo que piensa en la posibilidad de ser auténticos, para ser y tener una vida mejor, organizamos una tarea para detener el enmascaramiento y reconciliarse consigo mismo, transitar lo que devenga de ese ocultamiento, y caminar juntos hacia una salida posible, que tal vez, no sea la mejor, pero nos permita tener la oportunidad de darnos una oportunidad. Queremos lograr que ellos formen un círculo de confianza para sí, entre ellos, hacia nosotros, los demás y al tratamiento propiamente dicho.

Para ello hemos ideamos una propuesta de trabajo, donde los grupos tendrán una importancia supina:

Nuestra idea es que, a través de las diferentes propuestas, los protagonistas puedan “leer” su propio guión personal y ver de qué forma esto pueda ser vuelto a revisar, para despejar la maleza y en su lugar aparezca el animarse al encuentro de sí mismo sin recriminación ni juicio de valor, dado que todos hacemos lo que mejor podemos en el momento que nos ocurre y en la circunstancia que nos envuelve.

 

 Elisa Cisneros
Coordinadora Intitucional Centro de Salud Mental

Iniciar Chat
Camino de Vida
Hola 👋🏻 Bienvenido a Camino de Vida.
¿Podemos ayudarte con algo?